lunes, 7 de diciembre de 2009

ANATEMA A SPINOZA (FRAGMENTO)

El pronuciamiento rabínico,fechado el 27 de julio de 1656 y firmado por el rabino Saúl Leví Morteira entre otros dice así:

Con el juicio de los ángeles y la sentencia de los santos,anatemizamos,execramos,maldecimos y expulsamos a Baruj de Spinoza [...],pronunciando contra él el anatema con que Josué anatemizó a Jericó,la maldición de Elías contra los hijos y todas las maldiciones escritas en el libro de la Ley.Sea maldito de día y maldito de noche ; maldito al acostarse y al levantarse,al salir y al entrar.¡Que el Señor jamás lo perdone o reconozca!Que la cólera y el disgusto del Señor ardan contra este hombre de aquí en adelante y descarguen sobre él todas las maldiciones escritas en el libro de la Ley y borren su nombre bajo el cielo [...].Por lo tanto se advierte a todos que nadie debe dirigirse a él de palabra o comunicarse por escrito,que nadie llegue a prestarle ningún servicio,morar bajo el mismo techo que él,acercársele a menos de cuatro codos de distancia o leer ningún documento diactado por él o escrito por su mano.


Durante la lectura de esta maldición ...el gemido y la nota prolongada de un gran cuerno se escuchaba de tanto en tanto;las luces que ardían intensamente al comienzo de la ceremonia,se extinguieron una por una a medida que ésta prosiguió,hasta que al fin se apagó la última,simbolizando la extinción de la vida espiritual,y así la congregación quedó en total oscuridad.

Extraído de La historia de los judíos,Paul Johnson,Ediciones B S A para el sello Zeta Bolsillo,Barcelona,2008.Traducción Aníbal Leal.

martes, 16 de junio de 2009

AFORISMOS DE GURDJIEFF




L
OS AFORISMOS de G.I. Gurdjieff, inscritos usando una escritura especial en el toldo del "Study House" en el Prieuré [extraído de "Perspectivas de Una Vida Real"]



1.
Lo que es, no se parece.

2. lo más grande que un hombre puede lograr es poder hacer.

3. Cuanto más malas sean las condiciones de la vida más productivo será el trabajo, siempre y cuando se recuerde el trabajo.

4. Recuérdese a sí mismo siempre y en cualquier lugar.

5. Recuerde que usted ha venido aquí habiendo entendido la necesidad de luchar contra sí mismo, sólo contra sí mismo. Por lo tanto, agradezca la oportunidad que otra persona le pueda dar para luchar contra sí mismo.

6. Aquí nosotros podemos tan sólo dirigir y crear condiciones, pero no ayudar.

7. Sabed que esta casa puede ser de utilidad tan solo a aquellos que han reconocido su nulidad y creen en la posibilidad de cambiar.

8. Si usted sabe que un acto es malo y lo realiza, comete un pecado difícilmente resarcible.

9. El principal significado de la felicidad en esta vida consiste en la habilidad de considerar siempre externamente, nunca internamente.

10. No ame el arte con sus sentimientos.

11. Un verdadero signo de un hombre bueno es que él ama a su padre y a su madre.

12. Juzgue a los demás por sí mismo, y raramente se equivocará.

13. Ayuda a aquel que no es holgazán.

14. Respeta toda religión.

15. Yo amo a aquel que ama el trabajo.

16. Podemos esforzarnos solamente por lograr ser cristianos.

17. No juzguéis a un hombre por las palabras de otros.

18. Considero lo que la gente piensa de usted, no lo que dice.

19. Tomad el entendimiento del Este y el conocimiento del Oeste y entonces buscad.

20. Sólo aquel que puede cuidar lo que pertenece a otros, puede tener lo propio.

21. Sólo el sufrimiento consciente tiene algún sentido.

22. Es mejor ser temporalmente egoísta que nunca ser justo.

23. Practicad el amor primero con los animales, ellos son más sensitivos.

24. Enseñándoles a otros es como uno aprende.

25. Recordad que aquí el trabajo no se hace por causa del trabajar, sino que sólo es un medio.

26. Sólo aquel capaz de ser justo se puede poner en la posición de los demás.

27. Si no tenéis por naturaleza una mente crítica, vuestra estancia aquí es inútil.

28. Aquel que ha liberado a su ser del mal de “mañana” tiene una oportunidad de lograr aquello por lo que vino aquí.

29. Bendito es aquel que posee un alma, bendito es aquel que no tiene ninguna, pero pena y angustia para aquel que la tiene en embrión.

30. El descanso no proviene de la cantidad sino de la calidad del dormir.

31. Dormir poco y sin pena.

32. la energía consumida en trabajo in terno activo es pues transformada en un fresco surtidor, pero aquella consumida en trabajo pasivo es perdida para siempre.

33. Uno de los mejores medios para despertar el deseo de trabajar sobre sí mismo, es el entender que usted puede morir en cualquier momento. Pero primero tiene que aprender cómo mantener esto en su mente.

34. El amor consciente evoca la misma respuesta equivalente. El amor emocional evoca lo opuesto a sí mismo. El amor físico depende del tipo y la polaridad.

35. La fe consciente es libertad. La fe emocional es esclavitud. La fe mecánica es estupidez.

36. La esperanza, cuando es atrevida, es fuerza. La esperanza con duda, es cobardía. La esperanza, con miedo, es debilidad.

37. Al hombre le ha sido dado un cierto número de experiencias y economizándolas, prolongará su vida.

38. Aquí no hay ni rusos, ni ingleses, ni judíos, ni cristianos, sino sólo aquellos que persiguen un objetivo: tener la capacidad de ser.

Consejos de Gurdjieff a su hija Reyna D' Assia


1. Fija tu atención en ti mismo, sé consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
2. Termina siempre lo que comenzaste.
3. Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
4. No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
5. Desarrolla tu generosidad sin testigos.
6. Trata a cada persona como si fuera un pariente cercano.
7. Ordena lo que has desordenado.
8. Aprende a recibir, agradece cada don.
9. Cesa de autodefinirte.
10. No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo.
11. Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
12. No desees ser imitado.
13. Haz planes de trabajo y cumplelos.
14. No ocupes demasiado espacio.
15. No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
16. Si no la tienes, imita la fe.
17. No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
18. No te apropies de nada ni de nadie.
19. Reparte equitativamente.
20. No seduzcas.
21. Come y duerme lo estrictamente necesario.
22. No hables de tus problemas personales.
23. No emitas juicios ni cri­ticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
24. No establezcas amistades inútiles.
25. No sigas modas.
26. No te vendas.
27. Respeta los contratos que has firmado.
28. Sé puntual.
29. No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
30. Habla sólo lo necesario.
31. No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
32. Nunca amenaces.
33. Realiza tus promesas.
34. En una discusión ponte en el lugar del otro.
35. Admite que alguien te supere.
36. No elimines, sino transforma.
37. Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
38. Ayuda al otro a ayudarse a si­ mismo.
39. Vence tus antipatí­as y acercate a las personas que deseas rechazar.
40. No actues por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.
41. Transforma tu orgullo en dignidad.
42. Transforma tu cólera en creatividad.
43. Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
44. Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
45. Transforma tu odio en caridad.
46. No te alabes ni te insultes.
47. Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
48. No te quejes.
49. Desarrolla tu imaginación.
50. No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.
51. Paga los servicios que te dan.
52. No hagas propaganda de tus obras o ideas.
53. No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatí­a, complicidad.
54. No trates de distinguirte por tu apariencia.
55. Nunca contradigas, sólo calla.
56. No contraigas deudas, adquiere y paga en seguida.
57. Si ofendes a alguien, pi­dele perdón.
58. Si lo has ofendido públicamente, excusate en público.
59. Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
60. No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
61. No conserves objetos inútiles.
62. No te adornes con ideas ajenas.
63. No te fotografíes junto a personajes famosos.
64. No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
65. Nunca te definas por lo que posees.
66. Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
67. Acepta que nada es tuyo.
68. Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.
69. Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tu maestro.
70. No mires con disimulo, mira fijamente.
71. No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.
72. En el lugar en que habites consagra siempre un sitio a lo sagrado.
73. Cuando realices un servicio no resaltes tus esfuerzos.
74. Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
75. Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
76. No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.
77. Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
78. Vive de un dinero ganado por ti mismo.
79. No te jactes de aventuras amorosas.
80. No te vanaglories de tus debilidades.
81. Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
82. Obtén para repartir.
83. Si estás meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar…

sábado, 11 de abril de 2009

MEISTER ECKHART (1260-1328)


SERMÓN SOBRE EL HOMBRE POBRE


Por la boca de la Sabiduría la beatitud dijo:

"Bienaventurados los pobres de espíritu pues de ellos es el Reino de los Cielos". Los Angeles, los santos y todo lo que ha nacido jamás deben acallarse cuando la eterna Sabiduría del Padre habla. Porque toda la sabiduría de los Angeles y de todas las criaturas es pura necedad ante la insondable sabiduría de Dios. Esta ha dicho que "son bienaventurados los pobres". Ahora bien, hay dos clases de pobreza. Una exterior, es buena y hay que alabarla en el hombre que la posee y la asume voluntariamente por amor de Nuestro Señor Jesucristo, como El mismo la asumió en la tierra. Sobre esta pobreza no quiero decir más. Pero según las palabras de nuestro Señor existe otra pobreza, una pobreza interior, cuando dice: "Bienaventurados son los pobres de espíritu".

Os ruego que estéis en esa actitud de pobreza para poder comprender este sermón, pues os lo digo en nombre de la Verdad eterna: si no os asemejáis a esta Verdad de la que ahora queremos hablar, no podréis comprenderme. Algunas personas me han preguntado que es la pobreza en sí misma y qué es un hombre pobre. Ahora queremos responder. El obispo Alberto dice que un hombre pobre es aquel que no puede contentarse con todas las cosas creadas por Dios, y es justo. Pero nosotros diremos más y consideraremos la pobreza en su significado más alto: un hombre pobre es aquel que no quiere nada, que no sabe nada, que no posee nada. Hablaremos de estos tres puntos y os ruego, por el amor de Dios, comprender esta Verdad si podéis. Y si no la comprendéis, no os preocupéis, porque quiero hablar de un aspecto de la Verdad que pocas personas, incluso virtuosas, la comprenderán.

En primer lugar diremos que un hombre pobre es aquel que no quiere nada. Algunos no entienden bien este sentido: son las personas que se apegan a la penitencia y a los ejercicios externos a los que dan importancia porque se buscan en ellos a sí mismas. ¡Que Dios se apiade de ellas por tener un conocimiento tan pobre de la Verdad divina! A estas personas les llaman santas por las apariencias externas, pero interiormente son asnos, porque no saben discernir el sentido profundo de la Verdad Divina. Estos dicen bien que un hombre pobre es aquel que no quiere nada, pero lo interpretan en el sentido de que el hombre debe vivir sin realizar en nada su voluntad y además que debe esforzarse en cumplir la querida voluntad de Dios. Estas personas están bien encaminadas porque su intención es buena, así pues les elogiaremos. ¡Que Dios en su misericordia, les conceda el Reino de los Cielos!. Pero yo digo, desde la divina Verdad, que estas no son personas pobres de espíritu, ni incluso lo parecen. A los ojos de los demás, que no saben nada mejor, tienen una gran consideración. Pero yo digo que son asnos que no entienden nada de la Verdad Divina. Gracias a su buena intención, obtendrán sin duda el Reino de los Cielos, pero de la pobreza que queremos hablar ahora, no saben nada.

Si me preguntan qué es un hombre pobre, que no quiere nada, diría: mientras el hombre sea tal que su voluntad sea realizar la amada voluntad de Dios, este hombre no tiene la pobreza de la que queremos hablar, pues este hombre tiene una voluntad por la cual quiere satisfacer la voluntad de Dios y esta no es la auténtica pobreza. Pues si el hombre debe ser auténticamente pobre, debe estar tan desprovisto de su voluntad creada como lo era cuando no existía. Desde la eterna Verdad os digo: mientras tengáis la voluntad de realizar la voluntad de Dios y tengáis el deseo de la eternidad y de Dios, no sois pobres de espíritu. Solo es pobre aquel que no quiere ni desea nada.

Cuando yo me hallaba aún en mi causa primigenia, no tenía Dios y era la causa de mi mismo; no quería nada, no deseaba nada, pues era un ser libre y me conocía a mí mismo en el gozo de la Verdad. Me quería a mí mismo y no quería ninguna otra cosa; lo que quería, lo era y lo que era, lo quería y ahí estaba despegado de Dios y de todas las cosas. Pero cuando, por mi libre decisión, salí para recibir mi naturaleza creada, tuve un Dios, pues antes que hubieran las criaturas, Dios no era Dios, El era El que era.

Cuando las criaturas llegaron a ser recibiendo a su ser creado, Dios no era Dios en sí mismo, sino que era Dios en las criaturas.

Así pues, decimos que Dios, en tanto que ese Dios, no es el fin supremo de la criatura, ni todas las riquezas que pueda concebir en El. Y si fuera posible que una mosca posea raciocinio y fuese capaz de buscar el abismo eterno de la Verdad divina del que ella procede, diríamos: que Dios, por más que fuera Dios, no podría dar plenitud y satisfacción a esta mosca. Por esto, rogamos a Dios que nos despojemos de Dios y podamos acoger esta verdad y gozar plenamente de ella, allí donde los Angeles más elevados, la mosca y el alma son iguales, allí donde yo estaba, donde quería lo que era y era lo que quería. Decimos pues: si el hombre ha de ser pobre de voluntad, no debe querer ni desear sino ser tal como era cuando no era. Y de esta manera no queriendo nada, es pobre el hombre.

En segundo lugar, es pobre aquel que no sabe nada. En alguna oportunidad hemos dicho que el hombre debería vivir como si no viviera ni para sí mismo, ni para la verdad, ni para Dios. Pero ahora iremos más lejos diciendo que el hombre que tiene esta pobreza debe vivir de manera tal que ignore incluso que no vive ni para sí mismo, ni para la Verdad, ni para Dios. Debe estar de tal manera despojado de todo saber que no sepa, ni reconozca, ni sienta que Dios vive en él; más aún, debe estar despojado de todo conocimiento vivo en él. Pues cuando el hombre se encontraba en el Ser eterno de Dios, no vivía en él ninguna otra cosa; antes bien, lo que vivía era él mismo. Decimos pues, que el hombre debe estar tan despojado de su propio saber como estaba cuando no había nacido, dejando a Dios actuar según su propia Voluntad y permaneciendo libre.

Todo lo que existe viene de Dios y tiene como fin una actividad pura. Pero la actividad propia del hombre es amar y conocer. Entonces se plantea la cuestión de saber dónde se encuentra esencialmente la Bienaventuranza. Algunos maestros han dicho que reside en el amor, otros que en el conocimiento, otros dicen que reside en el conocimiento y el amor, y estos aciertan mas. Pero nosotros decimos que no reside ni en el conocimiento ni en el amor sino que más bien existe en un fondo del alma de donde fluyen el conocimiento y el amor. Este fondo no conoce ni ama como lo hacen las potencias del alma. Este fondo no tiene ni antes ni después y no está a la espera de ninguna cosa adicional, pues no puede ni ganar ni perder. Por esto, este fondo se halla privado también de saber que Dios actúa en él. Este fondo goza él mismo de sí mismo, según el modo de Dios. Decimos pues, que el hombre debe estar libre y despojado, de suerte que no sepa ni conozca la acción de Dios en él; así es como el hombre puede poseer la pobreza. Dicen los maestros: Dios es un Ser, un Ser dotado de entendimiento que conoce todas las cosas. Pero nosotros decimos que Dios ni es un Ser, ni está dotado de inteligencia y no conoce ni esto ni aquello. Por lo cual, Dios es libre de cualquier cosa por tanto El es todas las cosas. Aquel que debe de ser pobre de espíritu debe ser pobre de su propio saber, de forma que no sepa nada de nada, ni de Dios, ni de la criatura, ni de sí mismo. Para conseguirlo es necesario que el hombre tienda a no saber ni conocer nada de las obras de Dios. De esta manera el hombre puede ser pobre en su propio saber.

En tercer lugar, es pobre el hombre que no posee nada. Muchas personas han dicho que la perfección consiste en no poseer ningún bien material, y en un sentido es verdad para los que lo realizan voluntariamente. Mas este no es el sentido al cual me refiero yo. Acabo de decir que un hombre pobre es aquel que no solamente no busca hacer la voluntad de Dios, sino que vive de tal forma que está liberado de su voluntad propia y de la voluntad de Dios, como estaba cuando no existía. Decimos que esta es la pobreza más alta. En segundo lugar, hemos dicho que un hombre pobre es aquel que no sabe nada de las obras que Dios opera en él. Quien así está libre del saber y del conocer, lo mismo que Dios está liberado de toda cosa, posee la más pura pobreza. Pero la tercera, de la cual queremos hablar ahora, es la más íntima y la más auténtica: la del hombre que no tiene nada.

¡Considerad esto con empeño y seriedad!. Hemos dicho a menudo, y también grandes maestros lo han dicho, que el hombre debe estar libre de toda cosa y de toda obra, tanto interiores como exteriores de forma que pueda ser lugar propio de Dios donde El pueda actuar. Ahora decimos otra cosa. Si el hombre se ha liberado de las criaturas, de Dios y de sí mismo, pero si todavía es algo donde Dios encuentra un lugar donde actuar, decimos: mientras esto sea así en este hombre, este hombre no vive la extrema pobreza. Pues en sus actuaciones, Dios no busca un lugar en el hombre donde pueda actuar; la pobreza de espíritu es que el hombre está de tal manera libre de Dios y de todas sus obras que Dios, si quiere actuar en el alma, sea El mismo el lugar donde quiere actuar, y esto lo hará con mucho gusto. Pues cuando Dios encuentre al hombre en tal pobreza, realizar su propia obra y el hombre existir para experimentar a Dios en él. Siendo Dios el Hacedor en sí mismo, el hombre, en esta pobreza, reencuentra el Ser eterno que ha sido, que es ahora y que ha de ser eternamente.

San Pablo dice: "Todo lo que soy, lo soy por la Gracia de Dios". Ahora bien, nuestro discurso parece situarse por encima de la Gracia, del Ser, del Conocimiento, de la Verdad y por encima de todo deseo. ¿Cómo, entonces, puede ser verdadera la palabra de San Pablo?. Sobre eso podemos responder que las palabras de San Pablo son verdaderas. Era necesario que la Gracia estuviera en él. Pues, habitando la Gracia en él, permitió que lo que era "accidente" se convirtiera en "substancia". Cuando la Gracia hubo terminado su obra, Pablo permaneció lo que siempre había sido.

Decimos, pues, que el hombre debe de ser tan pobre que no tenga ni posea en él ningún lugar donde Dios pueda actuar. Mientras reserve una localización, cualquiera que sea, mantiene una diferencia. Por esto, ruego a Dios que me libere de Dios, pues mi ser esencial está por encima de Dios, en cuanto consideramos a Dios como principio de las criaturas. En esta divinidad, tal como yo la he descrito, donde Dios está por encima de todo ser y de toda distinción, ahí yo era mí mismo, me quise a mí mismo y me conocí a mí mismo, para hacer este hombre que soy y por ello soy la causa de mí mismo y me conocí a mi mismo, para hacer este hombre que soy y por ello soy la causa de mi mismo según mi esencia que es eterna, y no en cuanto a mi devenir que es temporal. Y por ello, soy un no-nacido y según mi virtud de no-nacido no puedo morir jamás. En virtud de mi nacimiento eterno, he sido eternamente, soy ahora y permanecer eternamente. Lo que soy a causa de mi nacimiento, habrá de morir y de aniquilarse, pues está destinado a desaparecer y a corromperse con el tiempo. Pero en mi nacimiento eterno, todas las cosas nacieron y soy la causa de mí mismo y de todas las cosas. Si hubiera querido, no sería yo, ni serían todas las cosas, y si yo no fuera, tampoco sería Dios Que Dios sea Dios yo soy la causa; si yo no fuera, Dios no sería Dios. Mas no es de primera necesidad saber esto.

Un gran maestro ha dicho que su apertura es más noble que su emanación, y es verdad. Cuando yo fluía de Dios, todas las cosas dijeron: Dios es. Esto no puede, no obstante, hacerme feliz pues así solo me conozco en tanto que criatura. Pero en la apertura, donde estoy libre de mi propia voluntad y de la de Dios y de todas sus obras y de Dios mismo, estoy más allá de todas las criaturas y no soy ni Dios ni criatura. Sino que soy mucho más, soy lo que yo era, lo que permanecer‚ ahora y siempre. Ahí, recibo un impulso que me eleva por encima de todos los Angeles. En este impulso, recibo una riqueza tal que Dios no puede serme suficiente con todo lo que es como Dios y con todas sus obras divinas. En efecto en esta apertura recibo el don de que Dios y yo somos Uno. Allí soy lo que era, no crezco ni sufro mengua, ya que soy una causa inmóvil que mueve todas las cosas. Entonces Dios no encuentra ya lugar en el hombre, pues a causa de esta pobreza el hombre redescubre lo que ha sido eternamente y lo que seguir siendo por siempre jamás. Aquí Dios es uno con el espíritu y ésta es la suprema pobreza que se puede hallar.

Quien no comprenda este discurso que no se aflija en su corazón. Mientras un hombre no está‚ a la altura de esta Verdad, no puede comprender el alcance de lo que presento, pues se trata de una Verdad inmediata y que surge sin velo directamente del corazón de Dios.

Que Dios nos ayude a poder vivir de modo tal que la experimentemos eternamente. Amen.

viernes, 10 de abril de 2009

JUAN 5.39



ESCUDRIÑAD LAS ESCRITURAS


(con una particular semantización de los vocablos : escudriñar-escrituras)

jueves, 9 de abril de 2009

DILEMAS DEL PROBLEMA



Hay algunos que se creen un problema de dios

otros que se piensan como un problema del mundo,de la vida
bastantes se conforman con ser el problema de todos
y así

(indagar en el diccionario de la real academia de la lengua española las acepciones del vocablo PROBLEMA)

luego meditar acerca de los que encuentran

soluciones
atajos
lo que sea

mientras pasa el tiempo

y se los lleva puestos

no a dios
las soluciones

sino a esa especie de nada

que es la historia

la memoria

la entropía


los pobrísimos recursos (y recursantes)


de la carne cerebral

confusos
gritando
solos
al final del camino (ya sabés cuál es el final del camino ¿no?
ahí donde gritás perdón si tenés tiempo
o llamás a tu mamá)

con su nombre quieto

cubriéndose de polvo.

sábado, 28 de febrero de 2009

GEORGE ROUAULT (1871-1958)



NOLI ME TANGERE



No te acerques a mí,no me toques;llevo en mí toda la belleza que el mundo ignora o que desprecia.No te acerques a mí,no me hables;las palabras y los gestos son vanos;soy silencioso,viejo e impotente;todos mis esfuerzos han sido dirigidos hacia la Verdad y hacia la Belleza;esencialmente por eso me he visto forzado a vivir lejos de los hombres,y me ha sido preciso meditar y sufrir para realizar los que debía hacer aquí abajo.No te acerques a mí,soy el leproso que huye de los hombres y al que los hombres huyen;lejos de ellos he conocido la alegría de un esfuerzo total hacia lo absoluto d mi alma (...).He vivido con los muertos,con los grandes muertos,los que han hecho que se transparentase una pequeña llama de eternidad en su obra.He comulgado con ellos y con la naturaleza;y ésa ha sido mi verdadera alegría (...).

No te acerques a mí,no puedo enseñarte nada:mi vida fue escondida pero luminosa y pura,modesta y grave y recogida:mi arte ha sido su expresión más absoluta,más discreta.Busca en mi obra imperfecta lo que inútilmente pides al hombre viejo,enfermo y doliente.

sábado, 14 de febrero de 2009

LOUIS CATTIAUX (1904-1953)



El mensaje reencontrado
(Fragmentos)



El Conocimiento




“El conocimiento especulativo es, respecto al saber posesivo, lo que una pata de palo es a un miembro sano”. (M. R. VIII, 35’)


“Todo reposa en nuestro corazón, en nuestro espíritu y en nuestras manos. Pocos lo creen, algunos lo presienten y sólo uno lo experimenta”. (M. R. VIII, 36’)

“Todo conocimiento no experimentado es nulo porque no tiene efecto”. (M. R. IX, 10)

“Los ojos del espíritu perciben fácilmente la evidencia de la eternidad y las manos del conocimiento la manifiestan sin esfuerzo”. (M. R. IX, 4’)

“Sólo hay un conocimiento, una unión y un reposo verdaderos, que están en el fijeza realizada del fuego”. (M. R. IX, 59’)

“El abandono, la gracia y el amor son lo que libera de las prisiones de la muerte y nos hace acceder a las moradas del cielo; pero el conocimiento posesivo es lo que nos fija en el centro secreto”. (M. R. XII, 37’)

“El conocimiento verdadero implica la posesión, la absorción y la transmutación”. (M. R. XI, 58)

“Los hijos de Dios liberan de la miseria, de la enfermedad, de la vejez, de la duda y de la muerte. Es la señal que no engaña”. (M. R. IX, 10’)

“Pocos hombres han sido favorecidos aquí abajo con el conocimiento posesivo, pues pocos santos de entre los mejores son capaces de adquirir el poder divino sin perjuicio para ellos mismos ni para los demás. – Estar poseído por Dios es ser santo. Poseer a Dios es ser sabio. Pero penetrar a Dios es ser insensato”. (M. R. XI, 69-69’)
“La gracia es lo que salva lo que hay de bueno en nosotros. El amor es el que lo perfecciona, pero es el conocimiento quien realiza la unión misteriosa y última”. (M. R. VII, 10’

viernes, 6 de febrero de 2009

ESOS


Esos que tienen confundidos a dios con las instituciones religiosas y a la biblia con la moralina de las costumbres,

los otros
que mueren gimiendo de terror
(no les enseñaron
ni se les ocurrió
que había que pensar en la muerte
sentirla
preguntarse acerca de esta cosa extraña
el por qué
el cuando
el cómo
de la criatura humana)
los demás
que van a rezar a los malls
las adicciones
la carrera de ratas
y los problemitas erótico sentimentales
algunos
que confunden la especie con las culturas o las civilizaciones
aquellos
infectados por las modas culturales
la metafísica de ocasión
las ideologías de quiosquito
en fin...

lunes, 2 de febrero de 2009

Romanos 7:18, “Yo sé que en mí, a saber, en mi carne, no mora el bien. Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.




Pero si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo está muerto a causa del pecado, no obstante el espíritu vive a causa de la justicia” (Romanos 8:10).

SEGUNDA EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS 5:10

Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo,sea bueno o sea malo.

domingo, 1 de febrero de 2009

EMPECEMOS POR AHÍ



DE MODO QUE CADA UNO DARÁ A DIOS RAZÓN DE SÍ